EL CASTING.
Debo confesar que asistí a muy pocos castings. La verdad que éste año, después de escuchar los consejos de varios amigos y compañeros del ambiente; decidí comenzar a presentarme pero reconozco que me cuesta mucho porque hace casi 25 años que vengo haciendo teatro y estar frente a cámaras es dar un giro de 180 grados.
Es muy distinto pero, también hay que reconocer que tanto la publicidad, la tele o el cine te dan una popularidad que en el teatro, es mas tardía.
De todas maneras y gracias a que obtuve el título de Actor Nacional, éste año opté por hacer un curso de Actuación frente a cámaras para asesorarme de las técnicas y conocimientos que ignoro de éstos medios. Asíque estoy estudiando y de a poquito investigando sobre éste hábitat desconocido para mi.
Una tarde me llamaron de una agencia de casting, en donde tenían mi material (fotos y CV) y me citaron para el día siguiente a hacer la prueba. Sin tanto entusiasmo fui. Sé que va mucha gente y que es muy difícil ser elegido entre tantos. Y si bien tengo confianza en mi trabajo y en mi talento, no es tan fácil al estar en un escenario ajeno.
Fui, hice la prueba con 4 chicos más y me retiré. No fue nada complicado. Creo fueron sólo 15 minutos.
El día siguiente, me llamaron otra vez para decirme que había sido preseleccionado y que debía presentarme al “call back”. ¡Dios! ¿Qué era ESO? – me pregunté.
Me asesoré y me dijeron que era un casting pero, que a diferencia de la primera prueba, el mismísimo director de la publicidad estaría viéndome y me evaluaría.
El sábado de esa semana, me presenté y lo hice. Mucha ansiedad y muchos nervios también. Tampoco fue tan complicada la prueba pero, era muy adrenalínico saber que ese hombre australiano, de contextura grande y muy amable, había sido contratado para ser el director de éste comercial y que sería el encargado de decir si yo servía o no para éste trabajo.
Pasaron cuatro horas y mi celular sonó de nuevo. Confieso que mi corazón latía muy acelerado y cuando me dijo una chica: “La productora Ursula te contrata para el Comercial de Fernet 1882. El lunes tenés que hacer la prueba de vestuario y firmar contrato” Nazareno Molina se emocionó como tantas veces lo hizo frente al público en alguna de sus obras.
El lunes estuve ahí cumpliendo con esos requisitos. No lo podía creer. Habían sido 443 postulantes y yo, era uno de los 14 que finalmente habían sido elegidos.
El miércoles 11 estaría filmando mi PRIMER COMERCIAL.
LA FILMACIÓN.
Me citaron a las 5hs en una dirección en dónde me pasarían a buscar. ¡Así que tuve que madrugar! A las 6hs ya estaba en la Base aérea de Morón en dónde se filmaría. ¡Qué emoción! Técnicos, cámaras, grandes tachos de iluminación, 300 extras, 2 elementos sorprendentes (por lo bien logrados) que iban a ser parte del comercial: un dedo y un capuchón gigantes. El famoso “motorhome” en dónde nos vestimos, nos maquillaron, nos peinaron y nos dieron las últimas instrucciones.
Y se dijo el primer “Acción”. Y se empezó a filmar. Una publicidad muy rara. Una historia que no cerraba pero, bueno; no estábamos para cuestionar qué se quería decir o a qué apuntaba la idea. Nosotros estábamos para actuar. ¡Y actuamos! Hasta las 19hs y al día siguiente, tuvimos que volver.A todo lo ya visto, se agregó un helicóptero, un caballo, un abuelo y su nieto, menos extras y un cielo nublado que si bien perjudicó a los técnicos, no evitó que el trabajo se terminara. Estaban preparados para el clima que se presentara.
Se terminó a las 20hs. Y todos felices y contentos a nuestra casa, esperando vernos en alguna pantalla después del 13 de junio.
LA EXPERIENCIA.
Sinceramente, me sentí lleno, realizado, contento y sorprendido por lo que había vivido.
Y tal vez, el director de tantas horas y tomas realizadas, deje una mano mía en movimiento, un dedo o tal vez, hasta puede no llegar a verse nada… jajja. Pero lo que viví esos días no me lo quita nadie. La atención que nos brindaron, el catering, la gente de vestuario, maquillaje, producción… Parecíamos estrellas y éramos 14 desconocidos. Actores deseosos de trabajar frente a ese lente que captaría cada gesto, cada movimiento.
Me siento agradecido con la vida y emocionado con las cosas que me va regalando. Estoy agradecido con Dios, con mis padres y con ese público que siempre te alienta, te aplaude, te brinda palabras de aliento y te invita e incentiva a continuar.
Yo sé que la carrera que elegí es muy complicada como la de cualquier artista pero, no les puedo graficar ni decir con palabras, lo bien que se siente cuando uno realiza lo que ama y por lo que tanto sacrificio realizó. Nada es imposible. ¡Eso es cierto! Pero, uno tiene que “hacer” para lograr los objetivos.
Quería compartir esto con ustedes, con quienes siempre estuvieron y apoyaron mi carrera.
Como siempre, GRACIAS amigos y público de Larroque.
Nazareno Molina.
O Friwox, como quieran llamarme.
Debo confesar que asistí a muy pocos castings. La verdad que éste año, después de escuchar los consejos de varios amigos y compañeros del ambiente; decidí comenzar a presentarme pero reconozco que me cuesta mucho porque hace casi 25 años que vengo haciendo teatro y estar frente a cámaras es dar un giro de 180 grados.
Es muy distinto pero, también hay que reconocer que tanto la publicidad, la tele o el cine te dan una popularidad que en el teatro, es mas tardía.
De todas maneras y gracias a que obtuve el título de Actor Nacional, éste año opté por hacer un curso de Actuación frente a cámaras para asesorarme de las técnicas y conocimientos que ignoro de éstos medios. Asíque estoy estudiando y de a poquito investigando sobre éste hábitat desconocido para mi.
Una tarde me llamaron de una agencia de casting, en donde tenían mi material (fotos y CV) y me citaron para el día siguiente a hacer la prueba. Sin tanto entusiasmo fui. Sé que va mucha gente y que es muy difícil ser elegido entre tantos. Y si bien tengo confianza en mi trabajo y en mi talento, no es tan fácil al estar en un escenario ajeno.
Fui, hice la prueba con 4 chicos más y me retiré. No fue nada complicado. Creo fueron sólo 15 minutos.
El día siguiente, me llamaron otra vez para decirme que había sido preseleccionado y que debía presentarme al “call back”. ¡Dios! ¿Qué era ESO? – me pregunté.
Me asesoré y me dijeron que era un casting pero, que a diferencia de la primera prueba, el mismísimo director de la publicidad estaría viéndome y me evaluaría.
El sábado de esa semana, me presenté y lo hice. Mucha ansiedad y muchos nervios también. Tampoco fue tan complicada la prueba pero, era muy adrenalínico saber que ese hombre australiano, de contextura grande y muy amable, había sido contratado para ser el director de éste comercial y que sería el encargado de decir si yo servía o no para éste trabajo.
Pasaron cuatro horas y mi celular sonó de nuevo. Confieso que mi corazón latía muy acelerado y cuando me dijo una chica: “La productora Ursula te contrata para el Comercial de Fernet 1882. El lunes tenés que hacer la prueba de vestuario y firmar contrato” Nazareno Molina se emocionó como tantas veces lo hizo frente al público en alguna de sus obras.
El lunes estuve ahí cumpliendo con esos requisitos. No lo podía creer. Habían sido 443 postulantes y yo, era uno de los 14 que finalmente habían sido elegidos.
El miércoles 11 estaría filmando mi PRIMER COMERCIAL.
LA FILMACIÓN.
Me citaron a las 5hs en una dirección en dónde me pasarían a buscar. ¡Así que tuve que madrugar! A las 6hs ya estaba en la Base aérea de Morón en dónde se filmaría. ¡Qué emoción! Técnicos, cámaras, grandes tachos de iluminación, 300 extras, 2 elementos sorprendentes (por lo bien logrados) que iban a ser parte del comercial: un dedo y un capuchón gigantes. El famoso “motorhome” en dónde nos vestimos, nos maquillaron, nos peinaron y nos dieron las últimas instrucciones.
Y se dijo el primer “Acción”. Y se empezó a filmar. Una publicidad muy rara. Una historia que no cerraba pero, bueno; no estábamos para cuestionar qué se quería decir o a qué apuntaba la idea. Nosotros estábamos para actuar. ¡Y actuamos! Hasta las 19hs y al día siguiente, tuvimos que volver.A todo lo ya visto, se agregó un helicóptero, un caballo, un abuelo y su nieto, menos extras y un cielo nublado que si bien perjudicó a los técnicos, no evitó que el trabajo se terminara. Estaban preparados para el clima que se presentara.
Se terminó a las 20hs. Y todos felices y contentos a nuestra casa, esperando vernos en alguna pantalla después del 13 de junio.
LA EXPERIENCIA.
Sinceramente, me sentí lleno, realizado, contento y sorprendido por lo que había vivido.
Y tal vez, el director de tantas horas y tomas realizadas, deje una mano mía en movimiento, un dedo o tal vez, hasta puede no llegar a verse nada… jajja. Pero lo que viví esos días no me lo quita nadie. La atención que nos brindaron, el catering, la gente de vestuario, maquillaje, producción… Parecíamos estrellas y éramos 14 desconocidos. Actores deseosos de trabajar frente a ese lente que captaría cada gesto, cada movimiento.
Me siento agradecido con la vida y emocionado con las cosas que me va regalando. Estoy agradecido con Dios, con mis padres y con ese público que siempre te alienta, te aplaude, te brinda palabras de aliento y te invita e incentiva a continuar.
Yo sé que la carrera que elegí es muy complicada como la de cualquier artista pero, no les puedo graficar ni decir con palabras, lo bien que se siente cuando uno realiza lo que ama y por lo que tanto sacrificio realizó. Nada es imposible. ¡Eso es cierto! Pero, uno tiene que “hacer” para lograr los objetivos.
Quería compartir esto con ustedes, con quienes siempre estuvieron y apoyaron mi carrera.
Como siempre, GRACIAS amigos y público de Larroque.
Nazareno Molina.
O Friwox, como quieran llamarme.
